Bastante desnutrida estuvo la marcha de hoy 28 de noviembre, que clamaba por la libertad de los secuestrados. Había casi más vendedores de banderas, sombreros, camisetas, prendedores y todo el merchandising de la solidaridad…
En el corredor de la carrera séptima en Bogotá, entre 12:05 p.m. y 12:40 p.m. se apreció una densidad muy escuálida, en comparación con lo que a esa hora vivió el mismo punto el pasado 4 de febrero.
Seguramente se afectó, además del desgaste propio, por el clima, por la convocante (Ingrid B.) por las amenazas de infiltración de los simpatizantes de DMG y también, porque muchos ya no creen en las posibilidades de efectividad que traen este tipo de iniciativas. Quedará para el análisis.
Algunas fotos aquí.